Retiro Perdón y Misericordia, Verbum Dei, 19-21 de marzo de 2021
Cuando se hace todo desde el Amado y para el Amado, todo es Gracia, fluye la Gloria de Dios y el Cielo desciende a la tierra, y eso es lo que ha ocurrido en este Retiro de Perdón y Misericordia.
La gente pudo percibir ese Espíritu Santo que se movía y se mueve siempre en medio del Amor, y eso es lo que sana, lo que lleva a Jesús. Llevarlos a todos sobre nosotros, como Jesús nos lleva a Dios. Mantener un espíritu de caridad y misericordia. Hablar como habla Dios: con Amor.
Donde mayor es el trabajo hay mayor ganancia, y el «mirad cómo se Aman» es hacer visible el Amor de Dios. Son palabras que han quedado grabadas y selladas en nuestro corazón, porque es la clave para poder hacer realidad el Evangelio de San Mateo, el Evangelio que contiene la proclamación de la Gracia más clara para el mundo entero. Es la Gran Comisión, la Comisión de la Gracia:
«Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones» (Mateo 28,19).
Esta palabra salió en el retiro: Discipulado. Se empieza por ser un verdadero discípulo creciendo en Amor, en Sabiduría y en Gracia. Lo que lleva a formar el carácter para poder ser semejante a Cristo. Quien no se deja formar el carácter a cincel y a martillo por el mismo Dios, tendrá que pedirle a Dios que siga moldeándole, porque jamás podría ser discípulo y menos discipular a otros.
¡Todo es Gracia!
GLORIA A DIOS.
¡Gracias, gracias, gracias! ¡No tengo palabras para alabar, glorificar, ensalzar y dar Gloria a Dios! Y para agradecer con palabras al padre Salva y los hermanos de la Comunidad por vuestra entrega amorosa, delicada y humilde.
Gracias de corazón por vuestras oraciones. Confirmo que ha sido un retiro lleno de bendiciones, salvaje, en el que han caído cadenas. Ha sido Cielo abierto, el Espíritu Santo no ha parado de derramarse.
¡Gloria a Dios por las sanaciones interiores y físicas! Yo también he experimentado sanación física de cervicales y lumbares después de la oración de ayer, el dolor que tenía despareció. ¡Al Nombre de Jesús todo está sometido! ¡El Señor es muy Grande!
¡Gracias de todo corazón por todo lo que hacéis! ¡Hemos salido con una paz increíble y con el corazón encendido de nuevo! Llevábamos un tiempo descafeinados y Dios ha salido este finde a nuestro encuentro de nuevo.
Increíble, no se puede describir con palabras. Padre Salvador Romero, ¡un crack! Y su equipo también. Siento como si la mochila se hubiese vaciado de piedras y mi corazón se ha llenado del Espíritu Santo. ¡Gloria a Dios!
Nos ha encantado el retiro y hemos salido en paz, llenos de Dios, ¡con ganas de ser mejores cristianos!
Testimonios
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