TESTIMONIO #118
Hace un mes que padecía dolor en la rodilla y este iba in crescendo por mi actividad diaria, ya que no he hecho reposo. Pues después de la Misa de hoy 22/05/22 y habiendo pedido oración con mucha FE, puedo afirmar que he podido subir y bajar escaleras ya, cosa que antes me resultaba imposible y no me duele ya nada.
¡Gloria a Dios!
Para Él no hay nada imposible.
Bendiciones.