TESTIMONIO #125
Les comparto mi impresionante experiencia en el retiro de Perdón y Misericordia de marzo de 2022.
Esperando que alguien se sentara y orar por ella, una mujer desde atrás me invitó a sentarme yo. Ella puso su mano en mis cervicales como le pedí y también vino una mujer que formaba parte del equipo del retiro y puso su mano en mi abdomen, que era el problema importante en mi salud. Empezaron a orar y súbitamente me vino un fuego tremendo e insoportable a mi abdomen, hasta tal punto que me dolía tanto que no podía ni respirar y lloré intensamente. No podía aguantar tanto fuego en mi barriga. Quería vomitar y toser.
Las palabras del padre Salvador fueron que el Espíritu Santo me había sanado y que Le diera las gracias insistentemente.
Llevo varias operaciones de abdomen, teniendo horribles dolores desde hace muchos años, postrada habitualmente en cama.
Tengo que decirles que desde el retiro, desde primeros de marzo hasta primeros de junio, no tengo esos dolores semejantes a las contracciones de parto que tenía de día y de noche.
Fui al retiro sin saber a lo que iba y volví con una gran bendición para Gloria de Dios.
JESÚS VIVE, JESÚS SANA.
Es un retiro tan intenso como beneficioso, por eso animo a todas las personas a hacerlo.