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El retiro de sanación interior que hemos vivido en Fátima del 10 al 15 de agosto ha sido realmente especial, porque en ese lugar hay una puerta abierta de gracia y de bendición de Dios para el mundo. Un cielo abierto que permite que nuestro corazón se disponga para ser canal de gracia, se ensanche, se renueve y se purifique para poder recibir la revelación que Dios Padre quiere revelar a cada uno de sus hijos.

Este canto lo resume todo:

¿Cómo podré agradecer tanta bendición?
¿Cómo podré responder a tu amor?
Levantando mis manos, Señor.
Declarando que Tú eres Dios
y dejándome llevar
por el soplo de tu amor.

Y alabándote, y alabándote, y alabándote Señor, Mi Dios.

Testimonios

Descubre más de esta gran experiencia del Amor de Dios y de María a través de estos testimonios:

• Una puerta abierta de gracia y bendición.
• ¿Cómo podré agradecer tanta bendición?
• Por primera vez en mi vida sentía que tenía ganas de vivir.

Compartimos contigo varios comentarios de algunas de las personas que han vivido con nosotros la gran fiesta de Pentecostés este año 2020:

«¡Gloria a Dios! En este nuevo Pentecostés hemos podido sentir realmente el poder de Dios y el fuego del Espíritu Santo, con mucha fuerza. Gracias Señor, ¡todo para tu Gloria! Haznos tus instrumentos, que seamos humildes y pacientes y así poder estar cada día un poquito más cerca de ti, Señor.»

«Gracias, Jesús, por manifestarnos tu amor con tanta fuerza y por darnos tu poder. Queremos crecer más en tu poder. ¡Transforma nuestras vidas! Y no me sale pedir VEN ESPÍRITU SANTO, ahora mi oración es ¡No te vayas Espíritu Santo! Dame el don de la perseverancia.»

«Su amor se ha derramado con poder y fuerza. Grandes son tus obras, poderoso Dios. Maravillas haces en tus hijos. Ha sido un día de verdadero gozo. Más y más, queremos más de tu Espíritu, rodéanos de tu amor y plenitud.»

«Gracias padre Salva por traernos el Espíritu Santo a nuestra Parroquia! Gracias hermanitos de la Parroquia y de la Comunidad, que con sus testimonios, música y alabanza me están enseñando a dar Gloria a Dios por medio de su Santo Espíritu. ¡Han sido días maravillosos de Vivir en el Espíritu! Muchísimas gracias por toda vuestra entrega y amor al trabajar juntos para el Señor. Os quiero mucho y doy infinitas gracias a Dios por cada uno de vosotros. ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva su Santo Espíritu! ¡Feliz Pentecostés!»

«Muchas gracias por vuestra entrega, el cariño y esfuerzo que habéis puesto. Creo que este Pentecostés ha sido de lo más Poderoso que he visto. Más Señor, Más de tu Amor. Gracias.»

«Enhorabuena a todo el equipo. ¡Ha sido tan grande! Mi sensación de cercanía con el Señor me ha parecido muy sanadora. Vosotros, sus instrumentos, uno a uno, la mejor manera de hacer que el Espíritu Santo haya reinado. Estoy feliz. Hoy ha sido un orgullo pertenecer a este grupo con esta manera de entender al Señor. Gracias, Espíritu Santo, por poneros ahí, en mi camino. ¡Gloria A Dios!»

Y con mucha alegría compartimos también varios testimonios de todo lo que el Espíritu Santo ha hecho:

• Testimonio de Pentecostés.
• Mi mejor experiencia espiritual.
• Él es el Señor y Dador de Vida.
• Me estaba abrazando Jesús.
• Aquello era el mismo Cielo.
• El Señor ha querido que metiera los dedos en el costado hoy.
• Hoy he vivido un nuevo Pentecostés.

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Dios Padre Bueno, Señor Jesús nuestro Salvador, Espíritu Santo Defensor, unidos como hermanos por la potestad que la Iglesia nos confiere como Cuerpo de Cristo que somos.

Tomo autoridad sobre toda enfermedad y ordeno a todo virus, enfermedad y miedo que retrocedan ahora mismo en el Nombre de Jesús, y rogamos que por tu Misericordia no permitas que el COVID-19 entre a nuestros hogares, ni en todo lo que vamos a hacer.

Cúbrenos con tu Sangre Preciosa.

Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestras casas y todos los que las habitan, así como los alimentos y los bienes que Él generosamente envía para nuestro sustento.

Con el poder de la sangre de Jesús, sellamos tierra, puertas, ventanas, objetos, paredes, pisos y el aire que respiramos. Y en fe colocamos un círculo de Su Sangre alrededor de todas nuestras familias.

Con el poder de la Sangre de Jesús, sellamos los lugares donde vamos a estar en este día, y las personas, empresas e instituciones con quienes vamos a tratar.

Con el poder de la Sangre de Jesús, sellamos nuestros trabajos materiales y espirituales, los negocios de todas nuestras familias, y los vehículos, las carreteras, los aires, las vías. Y cualquier medio de transporte que habremos de utilizar.

Con Tu Sangre Preciosa, sellamos los actos, las mentes y los corazones de todos los habitantes y dirigentes de nuestras patrias, a fin de que Tu paz y Tu Corazón reinen en ellas.

Te pedimos, Jesús, que envíes a nuestros hogares y lugares de trabajo, a la Santísima Virgen María, acompañada de San Miguel, San Rafael, San Gabriel y toda su corte de santos ángeles.

Pon un muro de ángeles alrededor de cada familia y que se haga viva tu Palabra, que dice en el Salmo 91:

Él te librará de la red del cazador, de la peste funesta. Su brazo es escudo y armadura. No temerás el espanto nocturno, ni la peste que se desliza en las tinieblas, ni la epidemia que devasta a mediodía. No te sobrevendrá ningún mal ni plaga tocará tu morada, pues a sus Ángeles mandará cerca de ti para que te guarden en todos tus caminos.

Amén.

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Gracias, Padre Eterno, por este nuevo retiro de «Renovados en el Espíritu», que hemos podido vivir los días 22, 23 y 24 de noviembre en Madrid, en el Valle de los Caídos.

Gracias por cada persona, por cada testimonio de renovación y transformación.

Gracias, Padre, por darnos tu Espíritu Santo; gracias, por renovar nuestro corazón y nuestra mente.

Hoy, de nuevo, estamos en tus manos: Tú tienes el control; Tú estás al mando.

Y hoy, de nuevo, volvemos a necesitar de Ti; volvemos a necesitar el poder y la fuerza del Espíritu Santo, para así seguir cantando y proclamando tus maravillas.

Esta es nuestra oración:

Más y más Amor. Más y más Espíritu.

En el Nombre de tu Amado Hijo Jesús, Rey y Señor del Universo.

Amén.

En este nuevo retiro de Renovados en el Espíritu, hemos sido testigos una vez más de la Misericordia de Dios, de Su Amor, de Su poder y de Su Gracia en los más necesitados.

Gracias a todos los que habéis asistido por transmitirnos esa alegría que habéis experimentado estos días, que nos permite ver la clave para descubrir el fundamento de la experiencia de Dios, que reside en esa sencillez última que abre nuestra vida a la voluntad reveladora de Jesús.

Que nuestra voluntad sea la voluntad del Hijo, porque somos hijos de Dios, para alabarle, adorarle, bendecirle y darle gracias infinitas por siempre.

¡Que nuestros sueños sean siempre los sueños de Dios!

Gracias Señor por tu poder y por darnos tu Espíritu Santo con tanto Amor. Ha sido un gran regalo. ¡Jesús ha estado grande con nosotros y estamos alegres!

¡Gloria a Dios!

Gracias, Señor, por el encuentro de Pentecostés que ayer pudimos vivir más de 300 personas en la parroquia de San Ramón Nonato, alabando, aprendiendo, Adorando, pidiendo y recibiendo el Espíritu Santo.

Padre, te pedimos más y más Amor. Confirma y lleva a término todo lo que ayer empezaste en cada persona y que tu fuerza y poder lleguen a todos aquellos que no te conocen.

En el Nombre de Jesús.

Amén.

Lo más grande que hemos vivido en este nuevo retiro de «Perdón y Miseridordia» ha sido el percibir, ver y sentir el fluir de Dios (el fluir del Espíritu Santo), que es nada más y nada menos que la comunión del Cuerpo de Cristo.

Lo único que hemos podido hacer ha sido el dejarnos llevar por este fluir. Es maravilloso estar en esta corriente. Porque es ahí donde está la vida, la comunión, el testimonio y la obra de Dios.

Para nosotros es vital la realidad de la comunión y de la compenetración del Cuerpo de Cristo. De otro modo, no importa cuánto nos esforcemos por avanzar ni cuán sencillos y humildes seamos, si no tenemos claro la comunión en verdad, transparencia y amor, porque tarde o temprano surgirán problemas, e incluso divisiones, entre nosotros.

Ha sido muy bonito orar en esa comunión, porque la oración fluía como agua desbordada para dar toda la Gloria al único que la merece, el señor Jesús, ¡el Rey de reyes!

Hemos visto reflejado el Amor de Dios en los rostros llenos de alegría, amor y paz. Ha sido una auténtica bendición el poder ser testigos de la Misericordia de Dios, viendo como el Padre salía al encuentro de cada hijo.

Han surgido amistades, gente que quedaba para dentro de unos días y verse para ir a rezar o asistir a Misa juntos… Quién sabe qué caminos hermosos, algunos grandes, muchos de ellos sencillos, va a empezar el Señor a partir de este retiro.

Gracias Jesús por dejarnos entregarnos a Ti, gracias por cada hermano. Queremos más, queremos trabajar más para Ti; coge nuestra vida entera aquí en este mundo, para Ti.

Todo para darte Gloria solo a Ti.

En nuestra llamada a ser discípulos de Jesús y a evangelizar a través de la acción del Espíritu Santo, los pasados 22, 23 y 24 de febrero, varios miembros de la comunidad Somos Hijos de Dios hemos asistido al «Taller de Oración por los que Sufren», realizado en Madrid y organizado por la parroquia Santo Domingo de la Calzada y la Inmaculada Concepción.

El taller ha contado con la presencia de Sergio Soto (miembro de la Renovación Carismática Católica de México) y Miguel Horacio (miembro de la comunidad Siervos de Cristo Vivo de Rep. Dominicana, fundada por el padre Emiliano Tardiff), ambos dedicados a evangelizar a través de la acción del Espíritu Santo e invitados por la parroquia Santo Domingo de la Calzada a impartir el retiro.

En el taller el Espíritu Santo se hizo muy presente entre los asistentes con espacios de oración íntima y personal con Él, de formación y aprendizaje para seguir creciendo en el Espíritu y fructificar en sus carismas, y también espacios de compartir para crecer en unión y comunión.

Al mismo tiempo, hemos podido disfrutar de momentos donde la alabanza y el gozo en el Señor nos han inundado y renovado nuestras fuerzas. Y no solo el gozo y la alabanza se han manifestado, sino que también hemos podido ser testigos del poder de su acción manifestado en signos de poder dentro de la misma asamblea.

Realmente ha sido un encuentro lleno de gracias para todos los presentes y muy edificante para la misión de la comunidad.

¡Damos gracias a Dios por todas las gracias recibidas en este encuentro y a la parroquia de Santo Domingo de la Calzada por ser instrumento de la gracia de Dios!

Dios es Perdón. Dios es Misericordia. Dios es Bueno. Dios es Fiel. Dios es Alegría. Dios es Santo. Dios es Grande. Dios es Vida. Dios es Creador. Dios es Todopoderoso. Dios es Amor. Dios es ¡Abbá, Padre!

Así se ha manifestado Dios en el corazón de las personas que han podido vivir este retiro de sanación interior, «Perdón y Misericordia», realizado en el Valle de los Caídos en Madrid, durante los días 18, 19 y 20 de enero.

Ha sido un tiempo realmente intenso, donde Dios lo ha hecho todo nuevo, porque Él siempre es novedad. Esto es lo que ha sucedido este fin de semana: corazones nuevos, sonrisas nuevas, miradas nuevas, esperanzas nuevas, fuerzas nuevas, historias nuevas…

Sí, este es nuestro Dios. Este es nuestro Padre. Y nosotros…

¡Ahora somos hijos de Dios!

«Les envió a anunciar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos.»

Lc 9, 2

De la mano de Miguel Horacio (miembro de la comunidad Siervos de Cristo Vivo de Rep. Dominicana) y Sergio Soto (miembro de la Renovación Católica Carismática de México), y contando con la colaboración musical de Ministerio Nuevo Tiempo, hemos vivido el encuentro «Discípulos de Jesús» en la casa de espiritualidad los Dominicos de Torrente, los días 28, 29 y 30 de septiembre.

Durante el encuentro —el cual ha sido para nosotros realmente profético—, se han impartido diferentes enseñanzas y talleres:

• El Reino de Dios y su Poder.
• Bautismo en el Espíritu Santo.
• Sanación.
• Transferencia de Poder.
• Crecimiento en el obrar del Espíritu Santo.

A continuación compartimos con vosotros una de las enseñanzas que se dieron a lo largo del retiro: