TESTIMONIO #081
He vivido el fin de semana del puente de San José de una forma increíble.
Lo recuerdo aún con el corazón en la mano y lleno del Espíritu Santo, desde la acogida con tanto cariño por parte de todo el equipo, la confesión tan bonita que tuve y la sensación de volver a casa después de tanto tiempo.
Con esto último me refiero a que me volví a sentir como una niña en los brazos de su padre.
Me gustó muchísimo como el padre Salva explica las cosas de forma tan sencilla y con ejemplos/testimonios, también que algunas enseñanzas estuvieran impartidas por Juan, un psicólogo, porque si alguien es más cerrado de mente en estos temas, al dar las enseñanzas un laico le resulta más fácil entenderlo (gracias a ello, en el próximo retiro, 3 amigas se quieren venir).
Por último, me encantó la Misa del árbol genealógico; tuve en mi cabeza una imagen de la Divina Misericordia, sin conseguir verle el rostro, con una luz muy intensa de color rojo, y que poco a poco se iba convirtiendo en un azul súper fuerte y brillante; no consigo descifrar el significado.
¡Gracias y Gloria a Dios!
Espero ir a muchos más retiros con vosotros.