TESTIMONIO #122
Somos un matrimonio del País Vasco que acudimos al retiro «Renovados» en el Escorial del 27 al 29 de mayo del 2022. Para la gloria de Dios queremos dar testimonio de lo que el Señor ha hecho en nosotros, por medio del padre Salvador Romero, de la Comunidad «Somos hijos de Dios», y de los participantes en el retiro.
Desde el primer momento en el retiro nos llamó la atención la fe, el corazón generoso y honesto del p. Salvador y de los miembros de la Comunidad.
Vimos una Comunidad que oraba con fe, al protagonista del retiro que fue el mismo Señor, en su Presencia en la Eucaristía, en la Adoración y en medio de la alabanza. Ellos sirvieron en el retiro con humildad, con compasión por los que allí íbamos buscando al Señor, y ejercitando dones y carismas, con profecía y palabras de conocimiento.
De hecho, durante una oración comunicaron que el Señor iba a conceder gracias para comenzar una misión a un matrimonio que iba a venir a este retiro. Después también compartieron, que cuando venían de viaje en el coche, intercediendo por el retiro, recibieron una palabra sobre un matrimonio.
Llevamos un tiempo pidiendo al Señor que nos mostrase dónde poder servirle, por lo que esta palabra nos tocó en un principio, pero con prudencia, pues éramos varios matrimonios en el retiro.
Más tarde una chica de la Comunidad, me dio una palabra de conocimiento que sintió en la Adoración de la primera noche, y que el Señor le impulsaba a transmitirme. Estoy segura de que era de Dios pues produjo en mi un desbloqueo y desde entonces pude alabar al Señor con mayor libertad, allí, y en el grupo donde solemos participar.
En la tarde del sábado, estuvimos hablando mi marido y yo sobre la palabra que se dio referente al matrimonio, y le pedimos al Señor con una breve oración que fuese más concreto, si era para nosotros.
Las dinámicas del retiro y el ambiente que hubo también entre los participantes fue una gozada. En el taller de profecía del sábado a la noche, alguien que no nos conocía de nada, oró previamente, eligió a Raúl, entre varias personas, y le entregó una imagen en la que se apreciaba un cruce de caminos, y unas palabras alentadoras, que decían que el Señor le ayudaría a elegir el camino que había preparado para él. Y «Confía, Jesús te ama, no dejes de buscar a Jesús a través de María, Ella es tu Madre».
Para mí fue un signo de la fidelidad de Dios que nos respondía. Y la Comunidad y el p. Salvador, también confirmaron que sentían que la palabra era para nosotros.
En el Luz y Misericordia del domingo, intercedieron por cada uno de nosotros y nos dieron palabras que guardamos en el corazón y confirman también esta elección para servirle.
Los frutos por ahora son maravillosos. De hecho, nos animamos a participar el día 4 en Pentecostés en Torrent, con mucha alegría y una sensación como de estar en casa, en familia y unidad.
Vemos que este encuentro con el Señor, en Comunidad que ora con fe, con ejercicio de dones y carismas nos han impulsado y fortalecido en la fe. Queremos seguir sumergidos en este río del Espíritu Santo, alabando y escuchándole, para poder dar de beber a tanto sediento que nos rodea.
No sabemos la misión concreta a la que estamos llamados, nos vemos muy pobres e imperfectos, las dificultades y los combates son reales, pero ahora es tiempo de agarrarnos a sus Palabras y en fe, sabernos amados, guiados y cuidados por el Señor y por María. Ellos que vayan delante, y nosotros detrás, porque creemos que Jesús está vivo y actúa como lo hacía en su tiempo, con el poder del Espíritu.