El Señor ha querido que metiera los dedos en el costado hoy

TESTIMONIO #038

Hola, padre Salva:

He estado viviendo la vigilia online y ha sido como estar ahí. Dos testimonios quiero dar.

El primero es que, en el momento de oración en lenguas, mi lengua enloqueció sin control nada más empezar. Cuando dijiste que se estaba derramando, pensé «… y reavivándose». Recibí el don de lenguas en un retiro de la Renovación en septiembre del año pasado, pero parecía que no estaba seguro de si era una historia mía o de Dios. He orado en lenguas, pero como con un puntito de duda latente del que no lograba librarme. El Señor ha querido que metiera los dedos en el costado hoy. Gloria a Dios. La paciencia que tiene conmigo es increíble.

El segundo es que durante la alabanza temblé hasta tal punto que me asusté. Manos, brazos y piernas. También con llanto. Las manos llegaron a girar como las hélices de un avión, de manera totalmente descontrolada, no daba crédito. Tal era la potencia del movimiento que llegué a pensar que se me iban a dislocar las muñecas. Terminé agotado, pero muy ligero. Si alguien ajeno hubiese visto aquello, se habría asustado. Me quedé muy impactado.

Me he animado a compartir porque me ha tocado el alma cuando se dijo que el mundo perece por desconocimiento, por eso hay que darle la gloria a Dios, no robársela.

El Señor está haciendo una obra de misericordia muy, muy, muy poderosa conmigo, pero todavía no me he atrevido a compartirla, en parte porque falta el desenlace y en parte porque sé que las consecuencias que me traería compartirla serían muy dolorosas. Mi historia refleja la paciencia, la misericordia y el amor de una manera muy fuerte, tanto que me emociono cuando lo pienso. Siento cada vez un ansia mayor por compartirla, pero me falta todavía el desenlace. Me encantaría si pudieses hacer una breve oración para que se disipe la tiniebla. Espero que compartir estos testimonios de hoy me empuje a dar en un futuro no muy lejano el de mi historia, con valentía, y a darle a Dios la gloria que se merece.

Aprovecho la ocasión para decirte que tus publicaciones de Facebook siempre me transmiten el mensaje que necesito y os sigo muy de cerca: ¡hermosa Comunidad tenéis en Valencia! Gracias por vuestra labor virtual. Espero poder asistir a uno de tus retiros en el futuro.

Un saludo,

Samuel.