TESTIMONIO #075
Quería confirmar las palabras de sanación de ayer.
Cuando se dijo que una persona iba a ser sanada de un dolor de cabeza y del hombro derecho, en ese momento, se me fue el dolor. Aún estoy sorprendida; yo no di importancia a estos dos dolores y el Señor sí. Es maravilloso que Jesús esté tan pendiente de detalles así. Los dolores no han vuelto.
¡Gloria a Dios!