TESTIMONIO #028
Quiero dar las gracias al padre Salvador y a su equipo de Madrid y de Valencia por tanto amor que habéis puesto en cada detalle del retiro. He salido renovada y con nuevas fuerzas.
Melancólica, porque como bien lo dijo el padre, estábamos en el Monte Tabor, y bajar a la realidad es duro.
Dar gracias al ministerio de música por la unción tan fuerte y por la fuerza que transmitían. Se necesita un ministerio con esta unción para mover la asamblea.
La Gloria de Dios fue maravillosa en este retiro y pude ser partícipe de ella. Las tres chicas que vinieron de Valencia he de decir que están también muy ungidas. Laura y Adriana me dijeron por separado lo mismo; fue muy fuerte porque me di cuenta que no hablaron entre ellas. Luego vino Teresa a darme esa consolación que me hacía falta. Está usted muy bendecido con estas tres mujeres, padre Salvador; las mujeres de Jerusalén que iban con Jesús. Que Dios lo siga bendiciendo y a ellas también.
La carta de Dios Padre, impresionante. Nunca pensé que Dios me viera con esos ojos de Amor y que tuviera tan hermosas palabras para mí. Qué alegría. Gloria a Dios. He de decir que Adriana está muy bendecida para llevar esta dinámica y que es el instrumento del Señor para hacerlo, porque es muy dulce al hablar, además de que transmite ese Amor y esa pasión por Jesús.
La dinámica de la palma de la mano también me tocó mucho. Pensaba que todos veían siempre lo malo y que no reflejaba nada a los demás. Una alegría. Estoy plena y feliz.
Muchas gracias a Paloma de Madrid: es una mujer muy amorosa y dulce, al igual que Belén. Muchas gracias a todos porque todos hacéis parte de un todo y ninguno puede faltar. Dios a cada uno le dio un lugar en este retiro y es ahí donde Él quiere que estéis, para darle Gloria.
Sus enseñanzas, padre, arrasan por la fuerza que tiene y transmite. Muchas bendiciones y gracias. Gloria a Dios.
Hasta el retiro 3, espero que sea pronto.
Bendiciones.
Luz.