TESTIMONIO #009
Quiero dar las gracias a Dios por la vida del padre Salvador, por sus retiros, por las Adoraciones y por su Comunidad Somos hijos de Dios.
He vivido con vosotros dos retiros y decirles que ni punto de comparación. Aunque en el retiro anterior habían dos personas muy ungidas (Miguel Horacio y Sergio Soto), a la Comunidad se le veía muy descentrada. Yo del Espíritu no sé mucho, pero no se les veía al 100% como se les vio en este retiro, que fue fantástico. Todos estaban muy en comunicación, perfectamente en armonía y eso hace que el ambiente sea óptimo para el sentir de Dios. Allá en los cantos los chicos nos hacían sentir que era Dios hablándonos; esta chica que conducía la oración también iba tocando nuestros corazones, y metiéndonos en esa presencia de Jesús. Las otras chicas que nos llevaban a los sacerdotes para confesarnos, muy amables y discretas. La chica que vino más tarde para arreglar el altar, demostraba mucho amor por su labor. Para mí la mejor, porque es dejar todo precioso para que salga Jesús, para recibirlo. En general, todo muy bien llevado. Y les felicito por ser tan buenos servidores y ayudar al padre Salvador, y sobre todo en servir al Señor. Todo lo que decía el padre en esas oraciones que hizo, tocaron mi alma y hoy me siento libre de muchas cargas que llevaba detrás y que me tenían paralizada. He llorado muchísimo en todas las oraciones y en la confesión. Sigan así con las Adoraciones, porque eso de que alguien vaya hablando y metiendo a la gente en esa presencia del Señor es muy importante. Muchas gracias por tanta entrega, disponibilidad y por conducirme a Jesús más adentro. Gracias.
Ah, se me olvidaba decirles que el lugar, muy lleno de Dios; eso también les ayudó porque ese lugar es muy bonito y a mí personalmente me ayudó mucho a sentir al Señor. Gracias.
Dios los bendiga y les multiplique sus dones.
María.