¡Hoy he dormido 10 horas!

TESTIMONIO #096

Me llamo David.

Con mucha alegría, formo parte de la Comunidad Somos hijos de Dios.

En enero nació Gabriel, mi segundo hijo. Los primeros meses, él dormía fenomenal. Pero cuando llegó el verano, empezó a dormir fatal.

Resumiendo: llevamos muchos meses durmiendo muy poco y muy mal.

Las tres últimas noches han sido especialmente duras.

Además, a esto se añade la tensión que se está creando con nuestros vecinos. La otra noche, la vecina de arriba llamó a nuestra puerta a las 5 de la mañana, para suplicarnos muy amablemente que por favor hiciéramos algo con nuestro hijo, para que dejase de llorar todas las noches.

Pues bien:

Justo ayer, mi mujer compartió con nuestra Comunidad todo esto que nos estaba sucediendo, y pidió a los hermanos que orasen por toda esta situación.

Y este es el resultado del poder de la oración, del amor y de la comunión de los santos:

¡Hoy he dormido 10 horas!

Desde las 20h de ayer hasta las 6h de hoy, jueves 18 de noviembre de 2021.

Una fecha que desde hoy guardaré en mi corazón, porque «este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. ¡Hay cantos de victoria en las tiendas de los justos!».

Doy gracias al Señor porque es bueno y porque es eterna su Misericordia.

¡Gracias familia!

Con todo mi cariño,

David SHD (Soy Hijo de Dios).

La certeza de que Dios está conmigo

TESTIMONIO #095

Buenos días:

Dar la gloria a Dios a través de confirmar la primera palabra que se dio ayer en la Adoración acerca del temor y la palabra de Josué 1, 8-9.

Me siento totalmente identificada. Me da el impulso de avanzar y seguir por el camino que Dios me llama.

Muchas gracias, hermanos en Cristo, por estas palabras de conocimiento que dais en las Adoraciones. Son de luz y bendición cuando alguno se siente identificado. En mi caso, me ha dado la certeza de que Dios está conmigo, y que el miedo me encierra en esa prisión imaginaria que me impide avanzar y me hace esclava. Pero que Dios tiene un futuro glorioso para mí.

Gloria a Dios. Dios siga bendiciendo vuestra misión.

Un abrazo en Cristo.

Un regalo del Cielo

TESTIMONIO #094

Estoy muy agradecida con esta Comunidad, Somos hijos de Dios, por su ayuda y acogida en momentos difíciles y de soledad.

Asistí al primer retiro en el Verbum Dei y desde ese momento el Espíritu Santo empezó a tocar mi vida y a sanarla.

Dos chicas amables y acogedoras me recibieron con muchísimo cariño y después rezaron por mí. Estas dos personas son Teresa y Adriana. Hoy día aún las sigo viendo en las Adoraciones y siempre me ayudan y siguen siendo tan amables como en aquel retiro.

Igualmente quiero mencionar a Sergio de Castellón y a Salvita de Paiporta. Son personas que realmente transmiten el Amor de Dios y están atentos con su cariño para ayudar a las personas.

Un año más tarde volví a repetir este retiro en Madrid, donde otras mujeres amables y amorosas me hicieron sentir el amor de Dios a través de sus abrazos. Si no recuerdo mal, sus nombres eran Yolanda y Belén. Carlos, el chico organizador, también muy amoroso; fue muy amable respondiendo a mis inquietudes.

Años más tarde volví a Madrid a hacer el retiro de Renovados en el Espíritu y me volví a encontrar con todas estas personas de la Comunidad, y pude conocer a otro chico que dio mucha claridad a mi vida. Luego supe que era Alejandro, el hermano de Sergio.

Con los demás miembros de la Comunidad no he tenido oportunidad de hablar, más que con Ana la cantante y con Pedro (quien tiene un pedazo de voz y de unción).

Todos sois un regalo del Cielo para estos tiempos difíciles que vivimos la humanidad entera. Con vuestra alegría y amor vais esparciendo la semilla de la esperanza y de la confianza en Dios.

No puedo dejar de nombrar al padre Salvador y darle gracias por sus enseñanzas y su entrega. Ya le conocía desde la Renovación. Es un gran sacerdote con mucho empuje y unción del Espíritu Santo.

Felicidades en vuestro aniversario. Pido a Dios que bendiga vuestras vidas para que podáis seguir siendo luz del mundo.

Un abrazo en Cristo.

Amparo N.

Mi Padre Abba me ama con locura

TESTIMONIO #093

La verdad es que este nombre, Somos hijos de Dios, elegido por el mismo Dios, es una verdad muy grande si lo vemos como la clave para convertirse realmente en hijos de Dios y herederos del legado eterno, que es aceptar el Espíritu de adopción, que nos hace pasar a ser hijos íntimos de Dios.

Para mí, cuando tuve el privilegio de ser de las primeras llamadas por Dios a esta Comunidad, fue dejar entrar a Dios en mi orfanato donde estaba sola y muerta espiritualmente. Él irrumpió en ese lugar de rechazo, silencio y abandono donde no podía decir Abba.

Y sin merecerlo me llamó su hija por el puro afecto de su voluntad. Me dio un nuevo nombre, apellido y herencia. Transformó mi futuro de dolor y muerte en un destino de Gloria. Me invitó a su habitación de deleite permanente, donde puedo vivir como es en el cielo aquí en la tierra. Me dio un nuevo hogar y me coronó de su bondad y su misericordia. Me devolvió la voz y la vida y empecé a vivir en otra dimensión de amor, donde puedo decir desde lo profundo de mi corazón, no solo decir (porque las palabras se las lleva el viento), sino sentir que Él es mi Padre y yo soy su hija, y mi Padre Abba me ama con locura.

Muchos hoy en día no tienen problema de aceptar el sacrificio de Jesús y de reconocerlo como su salvador, pero no aceptan el amor del Padre. Cuando reconocemos y vivimos este amor, realmente se activa una herencia de bendiciones y deleites y de Gloria en nuestra vida. Para realmente caminar como hijos de Dios y pasar de ser niños de chupete a maduros. Porque cuando somos niños vemos a nuestros padres como superhéroes, pero cuando crecemos lo que queremos es alguien que nos abrace y que nos afirme en cada momento de nuestra vida. Los niños de chupete necesitan admiración, pero los hijos maduros prefieren alguien cercano que camine junto a ellos.

Dios es Todopoderoso, pero también es todo cercano y todo amoroso. Reconocer y aceptar esta verdad viva nos introduce a una nueva relación con nuestro Padre Abba, y es ahí, solo ahí, donde se activará su herencia de poder vivir en la tierra como en el cielo.

Gracias, y a seguir dando la Gloria a Dios, porque la Gloria es suya. Y a crecer para que esa orfandad se vaya y realmente podamos hacer lo que Dios nos ha enviado a hacer y a ser. Y sobre todo a ser.

«Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas» (Mateo 11, 29).

Adriana.

P.D.: Dios nos llamó a caminar con otros hijos porque a través de sus palabras vamos a ser sanos y libres. Corazones dependientes de la presencia de Dios, pero que podemos ser hijos que manifiestan al Padre. Dar paternidad a otros. Cada uno de nosotros estamos llamados a manifestar al Padre al que está a nuestro lado. Revelación de la paternidad de Dios para nacer como hijos nuevos de una intimidad con Dios. Llamados a restaurar el corazón de huérfanos.

Incansable Misericordia

TESTIMONIO #092

La verdad es que he tenido el privilegio de ver muchas bendiciones en este tiempo. También he recibido muchos ecos de gente que ha tenido experiencia honda de liberación y sanación. Una persona que se estaba enfermando de rencor se ha abierto al perdón de una manera milagrosa.

La gente está deseosa de orar y agradecer a Dios tantas bendiciones. Y de seguir viviendo en el Espíritu Santo lo que significa ser hijos de Dios.

¡El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres!

Gracias Señor, porque estás, y nos sigues alcanzando con incansable Misericordia.

Hechos 8, 8: «Y hubo una gran alegría en esa ciudad.»

Sonsoles.

El Espíritu Santo ha salvado mi vida

TESTIMONIO #091

Estoy realmente removido.

Este fin de semana ha sido un milagro. Me siento amado y preferido por el Señor. Lupe es fácticamente otra persona: es ella pero no es ella. O mejor dicho: es realmente ella misma.

El Espíritu Santo ha salvado mi vida.

Tengo ganas de testimoniar esto en el mundo.

Descansar en los brazos de Dios

TESTIMONIO #090

Quiero dar testimonio de recibir con gratitud la palabra de Romanos 12, 2 y la esperanza de poder descansar en los brazos de Dios.

Muchas gracias por esta palabra de ánimo y para corregir mi perfeccionamiento.

También quiero decirles que las Adoraciones tocan el corazón y nos dejan llenos de paz.

Muchas gracias.

Dios les bendiga y aumente esas palabras de conocimiento, porque nos hacen mucho bien a quienes las escuchamos.

Un abrazo.

Yolanda P.

El Señor actuando y sanando el dolor de espalda que había durado 30 años

TESTIMONIO #089

Quiero agradecer infinitamente al Señor por concederme participar en el retiro Discípulos de Jesús. También al padre Salva y a todos los hermanos de la Comunidad Somos hijos de Dios, quienes lo prepararon con tanto amor y cariño.

He rezado mucho al Señor para que pueda venir a este retiro y me lo ha concedido.

Desde el primer momento he sentido que todos estábamos viviendo un encuentro con el Dios Vivo muy fuerte y muy bendecido. La alabanza al Señor se desbordaba, y el Espíritu de Dios verdaderamente estaba en aquel lugar y actuaba en nuestros corazones.

Yo había asistido a los dos primeros retiros. Y todos influyeron mucho en mí. Siento como el Señor está actuando en mi vida, como me está cambiando y enseñando. En los últimos meses he pasado por una etapa de sequía espiritual, tristeza y abatimiento. Aunque iba a la Misa, acudía a los sacramentos, me sentía triste y alejada de Dios.

En el retiro el Señor me ha encendido otra vez, ha renovado mi espíritu y me ha regalado la alegría. Y me ha confirmado otra vez que quiere actuar en mí y a través de mí. Yo muchas veces pensaba que no soy digna, no sirvo, no doy la talla. El ladrón de identidad me robaba continuamente las gracias y las bendiciones que el Señor me regalaba.

En el retiro por fin he entendido que solo tenemos que decir «sí» al Señor para que Él pueda actuar en nosotros y a través de nosotros.

En la noche de profecías he visto como el Señor nos está utilizando para bendecir abundantemente las vidas de los hermanos y hermanas. En las oraciones por la sanación he visto al Señor actuando y sanando el dolor de espalda que había durado 30 años.

Solo tenemos que decir «sí» y todo es posible.

El Señor Jesús necesita nuestras manos y nuestros corazones. Nos quiere tener cerca de Él. Nos quiere como Sus discípulos y nos ama infinitamente. En todo el retiro yo estaba inundada del sentimiento de agradecimiento al Señor, sentía amor y admiración por los hermanos y hermanas que me rodeaban. Veía tanta dignidad, nobleza, valentía y sinceridad, que solo podría dar gracias por todos ellos y pedir que el Señor les bendiga a todos.

Hay un camino por hacer, pero no estoy sola. Jesús va delante de mí y también está a mi lado. Y tengo muchos hermanos en Cristo, unidos en oración.

¡Gracias, gracias, gracias! ¡Gloria por siempre al Señor Jesús!

Mila.

Nunca el Cielo ha estado tan cerca

TESTIMONIO #088

¡Gloria a Dios!

Qué gran maravilla, porque el Espíritu Santo se derramó con mucho poder de creatividad en este retiro, para que hubieran milagros palpables y visibles.

El corazón de Dios late fuerte por lo que estamos viendo y viviendo.

¡A Él sea la Gloria por siempre!

Porque su mayor deseo es conectar con nosotros y que su Gloria descienda.

¡Nunca el Cielo ha estado tan cerca!

Bendito Dios.

Adriana.

Hay Poder en el Nombre de Jesús

TESTIMONIO #087

¡Hay Poder en el Nombre de Jesús! ¡A Él sea la Gloria!

Quiero dar gloria al Señor por su Amor y Misericordia derramada en este retiro que acabamos de vivir.

El viernes me puso en el corazón que tenía que rezar por la sanación física de una persona que estaba en el retiro. Al día siguiente, me acerqué para rezar por su sanación. Me dijo todos los problemas de salud que tenía y empecé a rezar por cada uno de ellos. Al inicio, el enemigo me decía que mi oración no daría fruto, que no iba a pasar nada. Yo me apoyé en que es Jesús quien sana y en su misericordia.

Desde el principio noté, como al rezar por la parálisis facial, los músculos y nervios se movían, insistiendo en la oración, la descoordinación ojo-boca desapareció y la parálisis disminuyó. Además, un dolor que tenía desapareció. También recé por el esqueleto porque tenía problemas de movilidad. Mientras rezaba la columna empezó a enderezarse. Era impresionante notar cómo el Espíritu Santo movía la columna entera de abajo a arriba. El Señor le ha concedido poder andar enderezada (hacía meses que no podía).

Ha sido un regalo precioso para la persona que recibió la sanación y para mí. El Señor me defendió ante las mentiras del enemigo, que intenta que dudemos que Jesús puede utilizarnos para hacer sus obras. «En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún» (Jn 14, 12).

¡Gracias Jesús, Tú eres el Rey de Poder, el Rey de Gloria!

María.