TESTIMONIO #015
Quiero dar gracias al padre Salvador por ser tan buen predicador y sacerdote. Tiene fuego y arrasa.
El retiro Renovados en el Espíritu fue muy interesante. Aprendí muchísimas cosas que intuía pero no las sabía con nombre y tan bien explicadas.
Soy muy parada para hablar en público y no me atreví a compartir mis testimonios en los momentos de las dinámicas, pero he de decir que este tipo de dinámicas abren el corazón y la confianza de sabernos amados y utilizados por Dios.
En una de las dinámicas estaba alucinada, porque era Dios animándome a ser ese instrumento para transformar vidas. Yo pensaba que sí, pero no me fiaba de ese sentimiento, cuando volví a leer el escrito, que ponía así:
«Ha llegado el momento de despertar y de lanzarte a ese llamado que tienes en el corazón. Tú eres luz y luz para el mundo. No tengas miedo, yo voy delante de ti guiándote y llevándote a las personas que quiero que rescates» (es más largo, pero subrayo lo más importante).
Me faltaba que Dios me lo escribiera. Y lo hizo.
Esto ha sido una bendición y una inyección de ánimo.
Todos los de la Comunidad sois muy amorosos y dispuestos a escuchar, seguid así y no cambiéis nunca. El padre, gran predicador. Los músicos muy metidos en las canciones. La chica de las dinámicas, llena de Dios, con mucha luz y seguridad. Las chicas de la tienda muy alegres. Los demás muy amables y muy en lo suyo. Todo muy coordinado.
Dios siga bendiciendo a esta Comunidad y al padre Salvador para que en cada retiro nos llevéis a otro paso más profundo. Muchas gracias.
¡Gloria a Dios! ¡Bendito sea, porque va dejando el fuego de su Espíritu en cada corazón!
Encarna.